EL VALLE DE PINETA-LLANOS DE LA LARRI

SI NO ES EL PARAISO... ES LO MAS PARECIDO QUE PUEDO ENCONTRAR.


Día 28-10-2011
Integrantes. Lourdes, Diego y Julián.
Tiempo: 6 horas

Lugares Mágicos del Pirineo Aragonés

"El Pirineo Aragonés es un mundo de leyenda. Sus montañas, ríos, barrancos, congostos, ibones, ermitas, cuevas y pueblos conservan fantásticas historias y mitos nacidos en la noche de los tiempos que explican la actitud de los montañeses ante la vida, sus hábitos y sus tradiciones religiosas y culturales. En la mayoría de los casos esas leyendas no son anécdotas del imaginario popular. Guardan la esencia de las cosas, el sustrato de una sociedad que convirtió sus creencias en una necesidad para sobrevivir en un medio tan bello".

MONTE PERDIDO: El Palacio Mágico y las Treserols

El pico quizá más conocido por los aficionados debido a las facilidades que ofrece su ascensión ha recogido el topónimo que para él usaron los gascones, al que denominaban Mont Perdu, debido a su lejanía del macizo desde su perspectiva del valle de Pineta. Las tres cumbres (Tres Serols, tres hermanas) que coronan al NE el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido han recibido atención preferente por parte de la literatura y la tradición oral anterior.

Según la mitología, el gigante Atland construyó sobre la cumbre, oculto entre las nubes, el Palacio Mágico de Monte Perdido. Las leyendas se repiten y superponen unas sobre otras. La concepción de gigante, de chigán engañado se reproduce en el Perdido. También él se negó a acoger a un peregrino y fue condenado a vagar entre las montañas hasta que, perdido (otro posible, aunque dudoso origen del topónimo) y extenuado quedó convertido en montaña.

Otra historia de las Tres Sorores fue recogida por Sender en obra del mismo nombre. En ella narra una de las leyendas más afianzadas en la cultura oral: Tres jóvenes doncellas iban a desposar con tres montañeses en tiempos de las invasiones bárbaras de la península. Soldados visigodos apresaron a los tres montañeses y al padre de las doncellas, mientras ellas se refugiaban en el bosque. Ocultas entre la maleza advirtieron la presencia de un soldado godo herido y acudieron a asistirlo.

El soldado, en agradecimiento, les prometió liberar a su padre y sus futuros maridos, pero las engañó. Les dijo que sus prometidos se habían convertido al arrianismo y habían desposado con tres jóvenes visigodas. Ellas harán lo mismo y al tiempo se casarán con el soldado visigodo y dos de sus amigos, abjurando de su religión. En la noche de bodas se les apareció el espectro de su padre maldiciéndolas. Las tres hermanas huyeron hacia las montañas y construyeron tres chozas en la base del Perdido. Los tres montañeses y su padre fueron apresados y ahorcados. Como consecuencia, se originó una tormenta acompañada de un movimiento de tierra y las tres hermanas quedaron convertidas en As Treserols ( Monte Perdido, Cilindro y Soum de Ramond o Pico de Añisclo).

Como valores naturales de esta ruta cabe destacar el interesante hayedo pirenaico, caracterizado por la abundancia de elementos botánicos de carácter pirenaico. En estos parajes, unos botánicos ingleses descubrieron en 1.979 una preciosa orquídea llamada "zapatito de la virgen" (Cipripedium calceolus) de la que se creía desaparecida de nuestra flora. Esta planta está considerada como amenazada y tan sólo se ha localizado en los Pirineos dentro de los valles de Ordesa, Tena y Pineta. En las laderas y prados de los llanos no es raro observar pequeños rebaños de sarrios o escuchar los reclamos de alerta de las abundantes marmotas, sobre las que sobrevuelan frecuentemente buitres leonados y quebrantahuesos.

Como llegar: Llegamos desde Aínsa por la A-138 hasta el pueblo de Bielsa y giramos a la izquierda, a una carretera asfaltada que pasa por mitad del pueblo y señaliza hacia el Parador de Bielsa en el Valle de Pineta. Continuamos 14 km por está carretera viendo ya el circo de Pineta con sus cumbres nevadas y las tres sorores nevadas. Nos impresiona la cantidad de nieve que hay.

Ruta.
El día está encapotado, pero después de ver las previsiones de lluvia no podemos quejarnos. Asi que aparcamos antes del Parador del Monte Perdido y caminamos por la carretera hasta la Ermita de Ntra Sra de Pineta. Junto a ella existe un cartel que nos indica la ruta hacia los "Llanos de La Larri" y "Lagos de la Munia" (1285 m). La senda recorre un bosque frondoso que desemboca en una pista  (1500 m). La cruzamos y continuamos por la senda. La senda cruza la pista dos veces más. Después seguimos la pista a la izquierda hacia arriba. Encontramos un  panel informativo de los glaciares del parque (1555 m). El panorama de las montañas que rodean los Llanos de La Larri es fantástico, divisando el Cilindro (3325 m), el Monte Perdido (3348 m) y el Soum de Ramond (3259 m) desde oeste al sur; la Pineta (2861 m), la Forcarral y El Tormacal cercana de la frontera de Francia hacia norte y oeste; la Punta Baja de las Blancas y la Punta Alta de las Blancas encima del Circo de La Larri al norte; y la Estiva al noreste. Al llegar a las dos señales (1565 m), tomamos el camino de la derecha, hacia "Estiva", pero en vez de subir por las laderas, nos dirijimos rectos hacia la cascada que vemos en el extremo del circo. El río Larri nos acompaña a la izquierda. Una vez alcanzada la cascada apreciamos las paredes rocosas del circo y los pozos de agua en pie de la cascada (1620 m). Seguimos por la senda que sube hacia los Lagos de la Munia, pero como el tiempo amenaza lluvia, nos empieza a chispear,  decidimos dar marcha atrás y regresar por el mismo camino que  hemos venido. Antes de llegar a la pista nos encontramos con dos cazadores que arrastran un sarrio muerto. Tomamos la pista hacia abajo sin hacer caso a desvíos, en dirección diestra. Pasamos por una puerta (1500 m) y alcanzamos un puente (1490 m). Junto al puente sobre el barranco de Larri, encontramos una cascada espectacular descendiendo en caída libre por paredes rojas. Poco después de cruzar el puente, una senda se desvía a la izquierda. Nosotros seguimos por la pista. Hasta encontrar unas señales a la derecha que nos marcan el balcón de Pineta y  Lago Marmoré, todavia es mediodia y si el día despeja podemos subir hasta el balcón, tenemos la ilusión de que nos deje, asi que con ganas comenzamos a subir por un bosque de hayas en dirección a las cascadas del Cinca, en una hora ya estamos alcanzando altura pero la niebla inexorable nos va despidiendo agua hasta que el día se va cerrando más y más y tenemos que ponerno los chubasqueros y decidir la dificil bajada. Como dicen "la montaña siempre estará ahí, esperando." O como he leido en algún sitio, una frase que hace reir a Julián: "soldado que huye sirve para otra guerra" Así que con prisa bajamos, no se oyen truenos, así que es una huida organizada. Regresamos a la pista y nos encaminamos hacia la derecha. Cruzamos caminando un puente sobre el río Cinca (1415 m). Pasamos una fuente a su derecha. La pista baja suavemente a través un bosque frondoso al aparcamiento. El hayedo, en pleno otoño, es de cuento de hadas. Los acebos están en su plenitud y lucen rojizos, el mejor árbol de Navidad que dejamos ya instalado.