Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 7 de diciembre de 2013

PENYAGOLOSA-CANAL SUR (1.813 m.)

ASCENSO AL GEGANT DE PEDRA POR SU CANAL SUR -


Nuestra ruta en raya azul.




FICHA TÉCNICA-
Día: 7/12/2013
Participantes: Julián y Lourdes.
Tiempo estimado: 8 horas en movimiento.
Distancia: 26 km.
Dificultad: Alta
PR CV 64, PR-CV 79. GR 7.
Como llegar:  Por la A-7 salida en Castellón hacía l'Alcora, por la CV-190 dirección hasta Llucena. Continuamos unos 10 km. y un cruce a la derecha nos conduce a Villahermosa del Río. Llegando al pueblo, a mano izquierda, la calle Barriete baja hasta el río, allí aparcamos una vez pasado el puente.

ITINERARIO:
Villahermosa del Río - Mas de Borràs - Fuente de las Mozas - Cantal de Miquelet - Canal sur - Penyagolosa - Banyadera - Collado del Corralico - Mas de la Cambreta  - Mas Camala- Mas de Marcen - Cadena - Mas de Perico - Mas de Carbo- GR 7 - Cascada de Carbo - Mas de Carbo de Abajo - Paso del Aire - Mas del Roncales - Villahermosa del Río.



El Parque Natural del Peñagolosa es un elevado y bien conservado núcleo montañoso situado en el Sistema Ibérico. Culmina a los 1.813 m en la cumbre del mismo nombre, desde donde se domina un inmenso panorama sobre las comarcas castellonenses, el mar Mediterráneo y las vecinas tierras de Aragón .
Es uno de los hitos geográficos de la Comunidad Valenciana convertido en símbolo de las tierras agrestes del interior, en agudo contraste con las llanuras litorales y los valles.  Se trata de la segunda cima de la Comunidad Valenciana, sólo ligeramente superada por el Pico Calderón, en el Javalambre valenciano. Se caracteriza por una orografía abrupta, sobre todo en la vertiente asomada al mar Mediterráneo dominando las fuertes pendientes, con angostos y profundos barrancos labrados sobre los afloramientos calizos predominantes.
Penyagolosa desde un Mas de Llucena del Cid, al sureste.
Penyagolosa, con sus 1.813 metros, de altura se erige como una enorme proa de piedra en medio del Parque natural del mismo nombre. En su cara sur las tres peñas que conforman su cima caen a plomo hasta el barranco, unos 300 metros de desnivel. La ruta que sube por la canal sur trepa entre las dos peñas más grandes, a la derecha, en una sencilla trepada cuya única dificultad estriba casi al final, donde una cadena colocada estrategicamente ayuda y te sitúa entre ambas cimas. La cima del este es la más alta y donde está colocado el hito geodésico.


RUTA:
Afrontamos un doble reto, el desnivel desde el pueblo de Villahermosa es cercano a los 1.300 metros y el recorrido de casi 30 kilómetros para el 7 de diciembre, de los días más cortos del año. Nos obligará a llevar un ritmo alto. Pero se puede, después de subir al Penyagolosa el resto de la ruta es en descenso. Por si acaso llevamos frontal.



A las 8.30 horas salimos desde el lecho del río Carbo por una pista de cemento que hace una curva hacia la derecha y coge una buena altura para echar un último vistazo al pueblo, con el Tis al fondo. Hemos llegado con 1.5º bajo cero y nos abrigamos, pero enseguida nos internamos por un bosque de pinos, en subida sin descanso, que nos obliga a desprendernos de la ropa para no sudar.
Al lado de la pista hay una valla de alambre y se oyen unos cencerros, pero no llegamos a ver ganado.

Llegamos al Más de Borràs Nos sorprende porque es una enorme instalación en medio del bosque, una gran casa de piedra rodeada de unas cabañas de madera dispersas y se ven tirolinas. Un sitio idílico para pasar el día con los hijos pequeños, o para afrontar desde aquí la subida al Penyagolosa.
Poco después de cruzar el Barranco de Mas de Borràs, siguiendo la pista que traemos que se desvía por detrás de las casa grande de piedra a mano derecha encontramos un cruce. A la izquierda, parte una senda que lleva marcas de PR (blancas y amarillas) y vemos en un pequeño tablón la dirección a Penyagolosa. Se asciende por un pinar, seguimos una pequeña senda bien marcada, y se cruza una pista para continuar siempre en dirección este. Desemboca en una pista que nos lleva a Mas de Ramos desde donde ya puede verse la cumbre de Penyagolosa y el Penyagolosilla. 
Al enlazar con el camino ancho de tierra las señales están más difusas, pero cuando sale la pista la dirección correcta es coger la primera hacia la izquierda  y en el siguiente cruce a la derecha, (si quisieramos visitar la Fuente de Ramos deberíamos ir a la izquierda). En pocos metros tenemos un gran hito y pintura del PR que nos lleva por una senda que se dirige hacia el este pasando por la puerta de Penyagolosa. Casi podemos rozar con la mano la cima.
Proseguimos viendo, cada vez más cerca, casi rozando nuestras cabezas, el Penyagolosa a la izquierda y el Penyagolosilla a la derecha. Y vamos preguntándonos por qué barranco pasaremos para acceder a la base de la canal sur.
Esa cara sur es la que vamos a hollar hoy. Es emocionante.


Comenzando la ascensión más pronunciada , ahora  se adentra en la parte alta del Barranc de La Cepera, que se atraviesa en horizontal en dirección noreste y pasando al lado de antiguas edificaciones en ruinas, con paredes de huertos de piedra seca que todavía se conservan en pie para llegar a la Fuente de Las Mozas. Hay unas cabras montesas que huyen en cuanto Julián pega un grito. Cuidado con el agua que se sobra de la fuente que puede dejar un bloque de hielo en mitad del camino, como ha pasado hoy. Paramos diez minutos a tomar un refrigerio.
Pasada la citada fuente, primero descendemos un poco hacia unas peñas para acto seguido volver a subir hacia la parte más alta del barranco. La pendiente es exigente, girándonos a nuestras espaldas vemos la sierra de Javalambre, con un manto de nieve en su crestera y, a nuestra izquierda, observamos la muralla formada por les Cingles del Marcén que nos servirán como orientación para bajar luego paralelos a ellas en el camino de regreso. Disfrutamos de una estampa preciosa de las masías diseminadas por la zona.
Sabemos que después de la fuente de las Mozas, en un kilómetro aproximadamente, tenemos el cruce. Caminamos atentos para ver si encontramos el hito que nos desvíe a la derecha. Llegamos a un pequeño pinar y enseguida hallamos el letrero donde pone hacia el Cantal de Miquelet. Perfecto. Giramos a la derecha y vemos un grupo de gente que nos precede. Si hay suerte tendremos alguien delante que nos guíe para la subida por la canal sur.
Paramos a darnos crema solar, el sol calienta y aligeramos el paso, que el grupeto de delante se nos va, son 4 chicos y 1 chica.




Después de un rato de llaneo reconocemos por fotos cúal es la subida habitual. Estamos situados debajo de los paredones donde hay que buscar el paso sencillo por las 2 chimeneas, que nos lleve hasta la cima. Los muchachos son valencianos, llevan GPS y dicen que es ese el barranco. Tenemos la suerte de que llevan un ritmo bastante parejo al nuestro y, poco a poco, siguiendo sus pasos, nos alzamos sobre el primer obstáculo rocoso del día. Lo más difícil es trepar el primer trecho que es de roca con pocos agarres y las piernas cortas no alcanzan. Después se convierte en un camino de tierra y piedras donde se avanza muy cómodo. Vas resguardado por los muros de piedra de los laterales y ayudándonos de palos vamos avanzando por la cuesta de tierra y piedra. Ya hemos superado la primera canal.

El camino se escora un poco a la derecha para evitar una pedrera. Después gira  a la izquierda para pasar por debajo de la otra entrada, entre las dos rocas de la izquierda, que no vamos a usar nosotros, existe otra ruta que está señalizada con unas rayas blanca/amarilla y un gran hito en su entrada. Nosotros nos desviamos hacia la derecha hasta colocarnos en la base de nuestro segundo reto, en la gran canal. Una mole, con tonos rojizos, impresionante.

 Para la subida de la segunda canal, dejamos los palos enganchados en la mochila y usamos las manos para agarrarnos a los pequeños resaltes de la roca. Es muy fácil, a pesar de que hay una gran inclinación. No pasa como en Puig Campana, en el que las piedras a veces te hacen dar un paso hacia atrás. El mayor cuidado es no tirar piedras para abajo y prestar atención a las que te puedan llegar.

Hemos tenido mucha suerte con los muchachos que nos preceden, nos abren la "vía", ellos vienen desde Sant Joan de Penyagolosa. Hacemos una "reunión" para beber agua  justo debajo de la dificultad del día, la roca grande redondeada que se encuentra debajo del pino y encima de nuestras cabezas.

Llegamos a su base y una cadena estrategicamente colocada nos eleva sobre la peña redondeada por los cientos de botas de montañeros que buscan vías alternativas para subir a la cima más alta de Castellón.
Julián asoma la cabeza una vez ascendido con la ayuda de la imprescindible cadena y encara el último repecho bien agarrado.
Ha sido un ascenso precioso, exigente pero muy recomendable para gente que ya ha subido por la vía habitual y quiera ver otros perfiles del Gegant de Pedra, es desde esta cara desde donde se aprecia de donde le viene el nombre a esta cima emblemática en la Comunidad Valenciana.




Para acabar de "dar la lata" a los valencianos nos sacan la foto cimera y dándoles las gracias nos despedimos de ellos. Nosotros paramos a comer un buen bocadillo en la cima, con las vistas de 360º a los alrededores, saboreamos cada minuto, eso sí, bien tapados por las gorras, que el sol aprieta. Son poco más de las 12 de la mañana. Vamos muy bien de tiempo, sobre el horario previsto.

La cima está a rebosar de gente, parece el ambiente de un bar más que el de una cima tan alta. Oímos a un niño de unos 7 años que habla del peligro de la bajada con hielo, y no le damos importancia.  

Pero al retomar la ruta, bajando por la cara norte, nos sorprendemos de la cantidad de nieve y hielo que hay en mitad del camino hasta llegar al refugio. Debemos ir caminando por fuera de la senda debido a la existencia de unos enormes bloques de hielo. Con cuidado, para no bajar demasiado deprisa, pasamos el cruce de la Portellá, llegamos al refugio y desde allí no hay problemas.                                                   Sube gran cantidad de gente, con zapatillas de deporte, incluso uno con zapatos... ¡qué atrevida es la ignorancia!. Llegamos a la zona llamada la Banyadera, tiene un gran lago de hielo y no hay coches, lo cual nos extraña debido a que mucha gente aparca y sube desde aquí. Pero pensamos que tal vez el camino este helado, vistos los neveros que hay en los sombríos.                                         El tramo que vamos a hacer por debajo de les Cingles del Marcén es lo único conocido de la ruta de hoy y sabemos que es en llano y en bajada, así que sin espera tomamos dirección a la izquierda. Esta señalizado con un cartel que indica la vuelta al pico. Pasamos al lado del Mas de la Cambreta, que queda a mano derecha de la pista de tierra. Hay muchos carteles prohibiendo la recogida de setas, terreno particular, que más quisieramos que ver alguna. Enseguida en una curva se desvía a la izquierda la ruta que llega hasta la nevera y rodea el pico, Pr cv 65. Nosotros lo desechamos.

 
Mas de la Cambreta


Mas de la Camala

Diseminadas por todo el Parque Natural y vestigio de un pasado poco lejano aparecen las masías, hoy en día la mayoría en ruinas o habilitadas para turismo rural o como segunda residencia los fines de semana.

En los años 60 se inició una etapa de emigración a los núcleos urbanos en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, agricultores y masoveros abandonaban este legado de muchas generaciones por el que el paso del tiempo dejó una huella de abandono que derruirá casas, yermará campos de cultivo y forestará bancales y caminos. 

Alrededor del Pico quedan en pie algunas de estas masías como la Cambreta y Sanahuja, hoy en día aún se utilizan sus corrales para guardar ganado. La Camala y El Collado (Mas de Llach), las cuales fueron deshabitadas hace pocos años por sus habitantes que al jubilarse, vendieron su ganado y se fueron a vivir a núcleos poblados.
Mas de Marcén

Otras no han tenido la misma suerte, deshabitadas desde hace más tiempo como Bibioj o Marcén, dejan escapar entre las grietas de sus paredes y derruídos tejados el eco de una forma de vida ya agonizante.

Cuando llegamos al Mas de Marcén sabemos que hay una senda que nos lleva directos a la cascada y al principio hay hitos, pero al perder la pista, volvemos sobre nuestros pasos y por el ancho camino que baja llegamos al Mas del Carbo.

Aquí entroncamos con el GR 7, si vamos hacia la derecha llegamos a Sant Joan de Penyagolosa, en el sentido que nosotros lo realizamos en el 2009.


Pero hoy vamos hacia la izquierda, perfectamente señalizado en casi toda la ruta, nos llevará hasta Villahermosa. 
Desde el Mas de Perico y de Carbo se podría acceder a la cascada, pero hay un cartel que nos indica que es camino particular y está prohibido pasar. Continuamos hacia abajo por el GR y a los diez minutos hay un cruce a la derecha, en un cartel "recuerda: prohibido acampar" es el que tomamos para visitar la cascada del Carbo. El camino baja en zig-zag, dejando al lado derecho un gran molino derruido.  Nos cruzamos con una pareja que luego pretenden regresar a dormir a Sant Joan de Penyagolosa, precioso rincón.
Debemos cruzar el río y por el lateral derecho acceder hasta la caída de agua. No baja mucha agua, resbala por la peña musgosa, pero la preciosa poza color verde-turquesa y la cueva que la rodea son espectaculares. Paramos a merendar, unos 15 minutos, y aprovechamos para meter los pies en la poza, el agua está gélida, de deshielo, pero los deja como nuevos.
Retomamos el ramal principal del GR 7 que te conduce al lado del lecho del Carbo, es un modesto río, afluente del río Villahermosa que se deja deslizar encajonado.

Primero, caminamos lejos del cauce hasta que una curva a la derecha nos sitúa en el Mas del Carbo de Abajo, que está edificado al lado del río, con unos enormes chopos a su lado. Por esta zona te obliga a vadearlo en varias ocasiones. Las hierbas que han crecido desmesuradamente, en sus orillas, están blancas/amarillentas de los rocíos de la noche.













En un momento dado la ruta atraviesa nuevamente el río, colocándonos en su orilla derecha y se eleva poco a poco dejando el río encajonado en la parte baja del barranco.
Pasamos a la altura del estrechamiento del Paso del Aire. En este tramo elevado del camino no se alcanza a ver el curso del agua, pero se oye su murmullo como música de acompañamiento. 

El recorrido no da lugar en ningún momento a la monotonía…cada giro del camino es una sorpresa. Salimos a una pista ancha donde hay varios coches aparcados, la Masía del Roncales, un precioso alojamiento rural, con una situación privilegiada. Sacamos unas fotos impresionados por la belleza del lugar.
Continuamos por el lateral de la tapia, siguiendo las señales del GR 7. La senda sigue alta, entre chopos, muros de piedra seca donde todavía se cuidan los cultivos, vemos a un señor recogiendo aceitunas. Y en un recodo divisamos el pueblo de Villahermosa del Río al fondo, todavía nos quedan un par de kilómetros.
Sin prisa pero sin pausa avanzamos rápidamente. Sin darnos cuenta volvemos a situarnos a las orillas del río que debemos vadear siguiendo las señales blanca/roja del GR. A los lados del sendero se acumula escarcha.
La incertidumbre es donde saldremos, en el pueblo, más abajo.... Circular perfecta. Hemos tenido muy buen olfato y hemos aparcado justo en el inicio del GR 7, que en este punto tan importante está sin señalizar.
    
Llegamos a las 5 y cuarto al coche, después de casi 9 horas de nuestra salida. 8 horas en movimiento. Ruta impresionante, de las que no se olvidan. Y sin necesidad de usar frontales.
Villahermosa del Río y a sus espaldas el Penyagolosa, a la izquierda, y el Penyagolosilla, a la derecha.



PENYAGOLOSA DESDE  LA ERMITA DE SANT JOAN 



EL 13 DE JUNIO DE 2009 
Fue
Nuestra ruta en raya roja
nuestro primer encuentro con el Gegant de Pedra. Calculamos que son unos 15 km. y tardamos 6 horas.

Como no pusimos mapas lo hago ahora. Creo que es una ruta muy completa, con un nivel medio de dificultad. Desde San Joan de Penyagolosa visita el pico más emblemático de la comunidad valenciana, subiendo por la cara norte,  y con un pequeño desvío desde el Mas de Carbo para refrescarse en una sorprendente cascada. Luego sube hasta la ermita de Sant Joan por el GR 7, donde merece la pena comer y dormir.


ITINERARIO: Sant Joan de Penyagolosa - Barranco de la Pegunta - Banyadera - Penyagolosa - Banyadera - Collado del Corralico - Mas de la Cambreta - Nevera - Mas del Penyagolosa - Fuente y Mas de la Camala - Mas de Cardas- Mas de Marcén - Cadena - Mas de Perico - Mas de Carbo - GR 7 - Cascada del Carbo - Mas de Carbo -Sant Joan del Penyagolosa.

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