Machado

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar". Machado.

sábado, 28 de diciembre de 2013

SOMORREDONDO (1.078 m.), TXINTXULARRI (1.124 m.) Y CRUZ DE ALDA/PERRIAIN (1.121 m.).

POR EL CORDAL DE LA CRUZ DE ALDA-


FICHA TÉCNICA-
Día: 28/12/2013
Participantes: Chus, Nieves, Lourdes y Julián.
Tiempo estimado: 5 horas.
Distancia: 16 km.
Dificultad: Media
PR A 71- Senda de Markillano
Como llegar: Por la carretera que va de Estella a Vitoria, NA-132A, pasamos el cruce de Zuñiga y antes de llegar a  Santa Cruz de Campezo nos desviamos a la derecha tomando la A-3120 hasta Orbiso.                         Wikiloc: http://www.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5850888 

En el extremo más oriental de la Sierra de Loquiz, en los confines de los valles alaveses de Arana y Campezo, y lindando con el navarro de Lana se encuentra el cordal de la Cruz de Alda o también llamada Perriain que hoy vamos a recorrer.


ITINERARIO:
Orbiso - Calle Mayor - Calle de la Fuente - Fuente y lavadero de Mendizábal - Puente sobre el río Istora - Senda de Markillano - Somorredondo -Txintxularri - Cruz de Alda - Collado de Mojón Largo - Puerto de Berrabia o Gastiain- Barranco de Recabión - Barranco de Berrabia - Refugio - Ermita y fuente de Santa Lucía - Orbiso.


RUTA:

Comenzamos en Orbiso (Alava) atravesando la calle Mayor, tropezamos con la preciosa torre de la iglesia de San Andrés y por la calle de la Fuente llegamos a la ancestral fuente de Mendizábal, año 1806, que cuenta con unos grandes caños por donde fluyen unos ruidosos chorros de agua y  a su lado un lavadero.
Desde ella se desciende hasta el puente sobre el río Istora. Este río nace en San Vicente de Arana atravesando el inaccesible desfiladero de Istora, solo se puede superar con cuerdas y arneses,  pasa por Orbiso antes de entregar sus aguas al río Ega. 

Cruzamos el puente y  tomaremos la bifurcación que sale a mano izquierda. Está marcada como PR A 71, senda de Markillano. La amplia pista, jalonada en su inicio por cultivos de cereal, pronto se interna bajo el cobijo del encinar. Transitamos por un camino ancho de tierra, que en algunos momentos abandonamos para atajar siguiendo los hitos de piedra que nos señalan los acorces. Los primeros kilómetros nos sorprenden con enormes ejemplares de encinas de gran altura y diámetro, rodeadas de enebros, madroños, algún boj....
 
Después de sobrepasar una charca que se encuentra a un lado del camino, deja paso el encinar a quejigos de gran porte, con alguna hoja que resiste en las ramas al frío invierno y grandes arbustos de boj. El conjunto del arbolado forma un cerrado y trabado bosque por el que transitamos por una pista de mayor anchura. Sigue en continuo ascenso hacia el norte.
Si volvemos la vista atrás, tenemos espectaculares vistas de la Sierra de Codés, con el Ioar;  la Sierra Costalera; la Sierra de Cantabria con el León Dormido; la sierra de Izki, San Cristobal......
Disminuyen los árboles y llegamos a una pradera salpicada de hierba, arbustos y brezo de tonos granas, desde donde vemos en la cima de la colina el hito. 



Enseguida alcanzamos la primera cumbre del día, la de Somorredondo, coronada por un vértice geodésico. La panorámica que se obtiene desde su cima abarca extensos dominios: al sur y oeste las sierras que hemos mencionado antes y al norte descubrimos la de Urbasa, Limitaciones, y entre nubes intermitentes vemos hasta el macizo de Aizkorri. En su cima conserva una pequeña mancha de nieve de días anteriores. 
Después de disfrutar un rato de las vistas y de las explicaciones de Chus de los nombres de las montañas colindantes continuamos por la crestera. Parando al resguardo de un pequeño bosque a almorzar. Magras con tomate. Delicioso bocata. Y de postre, turrón casero muy navideño y energético.


El camino prosigue por la tenue senda que se dibuja en el cordal, hacia el noreste, entre matorrales de boj y dispersos quejigos en su cara sur, pero en su cara norte hallamos un inmenso bosque con preciosas hayas que marcan la diferencia del clima entre   ambas vertientes. Desde aquí, observamos los pequeños pueblos de San Vicente, Alda y Ulibarri en el Valle de Arana, que están a resguardo de enormes selvas de hayas. 


Desfilamos por toda la crestera, van desapareciendo los árboles, quedando en ella brezos y enebros. En poco tiempo nos alzamos sobre la cima de Txintxularri, que con 1.124 metros, es la más alta del día. No cuenta con hito. Solo un pequeño montón de piedras nos señalan la situación de la máxima cota. 
Desde aquí tenemos una vista privilegiada hacia el sur a nuestros queridos valles. El valle de la Berrueza, cuna de las féminas, a la derecha de la Sierra de Dos Hermanas, presidido al fondo por San Gregorio. Y el valle de Ega a la izquierda,  el de Julián, regado por el río del mismo nombre.
En las campas herbosas que quedan a nuestros pies pacen tranquilamente unos caballos. En la subida nos hemos tropezado, literalmente con unas vacas, una de ellas tenía unos cuernos que espantaban.
Por el cielo nos sobrevuelan varios buitres. Y hacia el norte tenemos la visión de los hayedos que rodean el Valle de Arana, y las sierras del norte están bastante nubladas.
La Sierra de Dos Hermanas en diagonal, el valle de la Berrueza a la derecha y el Valle de Ega a la izquierda.




Continuamos y un cercado de alambre a nuestra derecha nos guía, caminamos en paralelo a él, hasta que nos corta el paso, momento en el que se franquea y buscamos por otro pequeño bosque donde avanzamos rodeados de hayas el descenso hacia el collado. 

Aquí cambia de nuevo el arbolado, convirtiéndose en una pradera con enebros y brezos.
Cruzaremos una pista para continuar por un corto repecho que nos sitúa en la Cruz de Alda, con una preciosa cruz de madera y un buzón montañero en su cumbre.

Desde la misma cruz se puede descender directamente al valle, que tenemos hacia el sur, pero vamos a acabar de recorrer todo el cordal para disfrutar del paseo que se interna por la cara norte, por lo que caminaremos entre un mullido colchón de hojas de haya que están todas tapizando las sendas, de colores granates. 
El itinerario desciende a un collado para a continuación superar una cima secundaria. El camino se vuelve a internar bajo el precioso hayedo y desemboca en una pista embarrada trazada entre amplias campas. Esta pista que cruzamos sube desde la cara norte, del pueblo de Alda, es la senda del Mojón Largo.
En este collado del Mojón Largo un poste informativo nos señala que el PR A 71 continúa hacia la derecha y el PR A 68 viene por la pista desde Alda y se desvía a la izquierda.
Proseguiremos a la derecha por medio de la finca, que atravesamos en diagonal, con preciosas vistas al cordal que acabamos de recorrer. En este momento nos hemos  internado unos metros en Navarra, provincia colindante que comparte la sierra de Loquiz con Alava.
En pocos metros, nos desvía a la izquierda por un camino poco marcado jalonado por algunos endrinos, hayas, bojes.... 
Encontramos la marca blanca/amarilla del PR A 71, de la senda de Markillano. Hay pocas señales, gracias a que nuestra guía se acuerda perfectamente de cada cruce y cada collado que vamos superando, sin olvidar al hombre del Gps.
La senda alcanza el bosque y transitamos de nuevo junto a una alambrada, que discurre a nuestro lado derecho.
Detrás de esta se ve el barranco que poco a poco va haciéndose más profundo y abrupto. La ruta se desvía ligeramente a la izquierda, parece una senda antigua que usaban para subir a la sierra. Y llegamos a la confluencia de una senda, desechamos la dirección izquierda, que sube a la sierra de Loquiz. Y continuamos a la derecha en descenso entre la espesura del boj. 
En esta senda que baja por el barranco de Recabión está marcada la ruta 12 de BTT. Demasiado cerrada para bicis, si bajan deprisa se comerán algún arbusto.
 
El camino alcanza la cabecera del barranco de Berrabia o Gastiain por el que se inicia el descenso que a lo largo de 3 kilómetros nos mantendrá bajo el cobijo del carrascal. A la derecha tenemos unas agrestes peñas que forman el paso estrecho y frondoso. Vamos rodeados de encinas, bojes y madroños que a veces no dejan apenas paso entre la espesura.
El camino alcanza una extensa parcela de cereal que se circunda por el borde izquierdo hasta alcanzar una pista, situándonos enfrente del barranco que acabamos de bajar. Se prosigue a la derecha para tomar en escasos metros la bifurcación de la derecha que nos lleva hasta una vaguada con un refugio de madera, una mesa con bancos y una fuente seca. Si miramos hacia el norte vemos el final del barranco que hemos visitado.
El camino supera un vallado metálico y continúa en ligero ascenso por el ramal derecho, dejando a la izquierda un camino herboso. 

En la siguiente bifurcación tomaremos el ramal izquierdo e inmediatamente, en el siguiente desvío, deberemos proseguir a la derecha, en descenso por un precioso camino de tierra entre las carrascas. 
Si fuéramos a la izquierda llegaríamos al vecino pueblo de Zúñiga, ya en Navarra. Bonito paseo para bicicleta.







El camino alcanza un nuevo portón metálico y una pista que seguiremos girando a la derecha. En breves pasos llegaremos al paraje del parque y ermita de Santa Lucía. 


La progresión nos lleva por una pista asfaltada entre vastas parcelas de cereal y unas alambradas donde pacen vacas, con vistas al frente a los montes del oeste, la sierra de Cantabria, sierra de Izki....hasta entroncar con otra por la que giraremos a la derecha para alcanzar el núcleo del precioso pueblo de Orbiso. Espectacular ruta en cualquier época del año, que no conocíamos con lo cerca que está de casa, pero por donde volveremos.



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